Hoy en día todo se vende como “natural”: cremas, shampoos, detergentes... hasta los snacks. Pero, ¿qué significa que un producto sea natural? ¿Y cómo saber si lo que estás usando en tu piel realmente lo es?
En el mundo de la cosmética, hay muchas marcas que usan frases como “con ingredientes naturales” o “libre de tal cosa”, pero si mirás la lista de ingredientes... aparecen cosas como Sodium Laureth Sulfate, Parfum, PEGs o colorantes artificiales.
Spoiler: eso no es natural.
Seis claves para identificar un jabón verdaderamente natural
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Ingredientes que puedas pronunciar
Si parece salido de un laboratorio, probablemente no sea parte de la naturaleza. -
Aceites vegetales como base
El jabón natural real se hace con aceites como oliva, coco, ricino, karité, etc. En Eulogia usamos combinaciones simples y efectivas, nada más. -
Color y aroma naturales
Los colores intensos y los perfumes fuertes suelen venir de colorantes sintéticos y fragancias artificiales. Los jabones naturales huelen a eso: a jabón, a plantas, a limpio de verdad. -
Sin sulfatos, sin parabenos, sin siliconas
Estas sustancias alteran el equilibrio natural de la piel y contaminan el agua. Si no lo pondrías en tu comida, ¿por qué en tu piel? -
Hecho a mano, no en serie
Los jabones naturales suelen ser artesanales. No salen de una fábrica, salen de un taller con cuidado, pasión y propósito. -
Empaque respetuoso con el ambiente
Si el jabón viene envuelto en plástico brillante... algo no cierra. En Eulogia, por ejemplo, usamos etiquetas compostables.
Beneficios de usar jabón natural en tu rutina
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No altera el pH de la piel
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No tapa los poros ni genera desequilibrios
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Aporta propiedades reales: humectación, limpieza, calma
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Es biodegradable, así que cuida tu piel y el planeta
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Sentís el cambio desde la primera semana
¿Y los jabones de glicerina? ¿Son naturales?
Ojo acá: hay muchos jabones “transparentes” que se venden como naturales, pero están llenos de alcohol y detergentes suaves. La glicerina puede ser buena si es vegetal y si no viene acompañada de ingredientes raros.
Siempre, siempre, siempre: leé la etiqueta. Si no está detallado o no entendés qué tiene... mejor no.
🧪 ¿Qué pasa con el hidróxido de sodio? ¿No es químico?
Sí, el jabón saponificado se hace con hidróxido de sodio. Y no, no es algo malo.
De hecho, es la única forma en que un aceite se convierte en jabón: a ese proceso se lo llama saponificación. En la cosmética natural usamos esta reacción química ancestral, que existe desde hace siglos, para transformar ingredientes nobles (como el aceite de oliva o de coco) en jabones que realmente limpian.
💡 Un dato que te puede servir:
Si leés "hidróxido de sodio" en la lista de ingredientes, es señal de que ese jabón fue hecho por saponificación tradicional. Si no aparece… probablemente sea un detergente disfrazado de jabón.
Y quedate tranquila: en el producto final ya no queda hidróxido de sodio activo, porque reacciona completamente con los aceites. Lo que llega a tu piel es un jabón 100% seguro, natural y lleno de propiedades.
En resumen: confiar en lo simple, volver a lo esencial
Los jabones naturales no prometen milagros ni tienen publicidad ruidosa. Te cuidan. Limpian sin agredir. Y te hacen sentir bien con vos y con el planeta.